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Animal Político; En 2 años, 89 ataques contra defensores de DH: ONU
27 de junio de 2013
Jueves 27 de junio de 2013
En México, entre noviembre de 2010 y diciembre de 2012, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) documentó en México 89 agresiones contra defensores de derechos humanos, sus familias o sus organizaciones, consistentes, principalmente, en amenazas, allanamientos ilegales y hurtos, hostigamiento, asesinatos, detenciones injustificadas, atentados y desapariciones forzadas.
En 2 años, 89 ataques contra defensores de DH: ONU
En México, entre noviembre de 2010 y diciembre de 2012, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) documentó en México 89 agresiones contra defensores de derechos humanos, sus familias o sus organizaciones, consistentes, principalmente, en amenazas, allanamientos ilegales y hurtos, hostigamiento, asesinatos, detenciones injustificadas, atentados y desapariciones forzadas.
junio 26, 2013Paris Martínez (@paris_martinez)
Entre noviembre de 2010 y diciembre de 2012, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) documentó en México 89 agresiones contra defensores de derechos humanos, sus familias o sus organizaciones, consistentes, principalmente, en amenazas, allanamientos ilegales y hurtos, hostigamiento, asesinatos, detenciones injustificadas, atentados y desapariciones forzadas.
Según el Informe sobre la situación de las y los defensores de derechos humanos en México: actualización 2012 y balance 2013, presentado hoy por el ACNUDH, estos ataques fueron perpetrados en contra de 26 mujeres, 35 hombres, cuatro familiares, así como contra instalaciones de 11 organizaciones. En al menos 23 casos, los defensores contaban con medidas cautelares en su favor desde antes de la agresión. Los defensores y organizaciones agredidos se dedican a promover los derechos de migrantes, la defensa de derechos civiles, económicos, sociales, culturales y ambientales, así como de las mujeres y los pueblos indígenas.
Al menos 55 de esos defensores atacados en los últimos dos años, se subraya, previamente ya habían sido víctimas de algún tipo de agresión, ya sea directa, en contra de algún familiar o en contra de sus organizaciones.
El documento señala que, en 23% de las agresiones, “se identificó la participación, por acción u omisión, de funcionarios públicos”, mientras que 38% fueron perpetradas por “actores no estatales” y en 39% de los casos el agresor no ha sido identificado, por lo que, concluye la ACNUDH, en México “perduran los impedimentos para identificar a la mayoría de los responsables de las agresiones (…) y la impunidad existente favorece la generación e, incluso, su repetición”.
Cabe destacar que, tal como lo reconoce la misma ACNUDH, estos 89 casos documentados “son ilustrativos, mas no la totalidad de los ocurridos o registrados por otras entidades durante el citado periodo”, ya que, añade, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos registró 109 agresiones en 2012, así como 26 asesinatos entre 2009 y 2012.
¿Cómo? ¿Dónde?
Elaborado a partir de informes oficiales, así como de organismos civiles, el reporte del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos concluyó que la agresión más común son las amenazas (38%); seguida de las injerencias arbitrarias, tales como allanamientos ilegales y robo de información (13%). Además, 12% de las agresiones fueron actos de hostigamiento, 11% asesinatos; 11% agresiones arbitrarias, 6% atentados y 2% desapariciones forzadas.
El informe subraya que las entidades federativas en donde más agresiones contra defensores y defensoras de derechos humanos fueron registradas en los últimos dos años son Oaxaca, Chihuahua, Coahuila, Guerrero y Ciudad de México, pero también se documentaron ataques en Baja California, Chiapas, Estado de México, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sonora, Tabasco y Yucatán.
Y mientras la violencia contra defensores coincide con la ola de inseguridad generalizada en el norte del país, señala la ACNUDH, en los estados del sur la vulnerabilidad de defensores parece responder a “confrontaciones que existen de algunas comunidades contra intereses privados de grupos económicamente fuertes”.
A raíz de este “clima de hostilidad”, además, 16 defensores, o sus familias, debieron abandonar su lugar de residencia, en algunos casos de forma permanente, ante el incremento de amenazas u hostigamiento, y, en al menos tres casos, los ataques no cesaron.
Escalada sexenal
El informe del ACNUDH destaca que, entre 2006 y 2012, se documentaron 245 ataques contra defensores de derechos humanos en México, cifra calificada como “alarmante” por el organismo de las Naciones Unidas.
En 2006, revela, se tomó registro de 24 ataques; en 2007 fueron 40; en 2008 se reportaron 32 casos; en 2009, 41; en 2010 fueron 30; en 2011 se tomó cuenta de 42 agresiones, y en 2012 sumaron 36.
“El año más crítico fue 2011 –destaca el estudio–, cuando ocurrió el asesinato de al menos los siguientes defensores: Nepomuceno Moreno, Pedro Leyva, Quetzalcóatl Leija, Trinidad de la Cruz, así como tres familiares, y las desapariciones de Eva Alarcón y Marcial Bautista.”
De esos 245 ataques perpetrados desde 2006, en 22 casos se trata de asesinatos de defensores y defensoras de derechos humanos; cinco casos corresponden a asesinatos de familiares, y otros seis son desapariciones forzadas.
Además, concluye, los avances son magros, ya que, aunque desde 2009 las autoridades emprendieron diversas medidas tendientes a garantizar la labor y seguridad de los defensores de derechos humanos en México, “el resultado esperado aún no se refleja en la escala y extensión del daño sufrido por las y las activistas”.
La reforma de 2011, por ejemplo, que elevó los derechos humanos a rango constitucional, representó un avance importante, pero su “plena implementación, a través de las leyes específicas que impone, sigue pendiente.”
Asimismo, la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas es un progreso, pero “el mecanismo de protección establecido por la ley aún se encuentra en etapa inicial y su eficacia real deberá ser medida cuando se consolide”.
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